A propósito de los propósitos

26.01.2015 20:18

Ojiplático, boquiabierto, patidifuso, cariacontecido, petrificado y unos cuantos calificativos más me he quedado estos días con los propósitos del personal para 2015. Lees a algunos y pareciera que este es el año del apocalipsis porque parece que no quieren dejar nada para 2016.

Que sí, que correr, la vida sana y esas cosas molan mil, pero es que algunos ya parecen el hamster en su noria. A muchos les dices que como mucho corres una media maratón y te miran por encima del hombro porque para muchos 21 kilómetros se han convertido poco menos que en su calentamiento.

A ver, runners, que es que muchas veces no hay necesidad... Que no se trata de llegar más lejos o más rápido en un intento de demostrarse a uno mismo vete tú a saber qué. Que lo bueno de esto es disfrutar de esas décimas de segundo en las que nuestro cuerpo se suspende en el aire, de que alguien inmortalice ese momento y puedas decir a tus hijos que mamá o papá vuelan o, si no tienes hijos, simplemente te deleites tú mismo con la instantánea.

El otro día calculé lo que el corredor medio gasta en inscripciones de carrera al año... Oye, tú, que me da para irme de viaje por Europa unos días. Por supuesto, llevándome mis Pearl Izumi para, si puedo, dejar mi huella por el viejo continente. Nos hemos convertido en una fábrica de hacer dinero...para otros.

En una sociedad demasiado individualista, demasiado competitiva, nos olvidamos a veces de la esencia de las cosas. Cuidado con las endorfinas, que están demostrando ser adictivas. Yo prefiero estar enganchado al abanico de posibilidades que nos brinda la vida con cada despertar, a dar los buenos días, a no guardarme ni un "te quiero" y a disfrutar cada kilómetro como si fuera el último.

Y mientras eso sucede, muchos me veréis por asfaltos y caminos con mi sempiterna sonrisa interior cuando corro. Compartid kilómetros con vuestros amigos, hijos, medias naranjas,...y dejad de compartir tantos con vuestras apps, pulsómetros, gps y demás añadidos que nos convierten en la extensión de la máquina.

Como escribió hace ya unos años el maestro y sabio Harris: run on and on.

Corre. Sólo corre.